martes, 9 de septiembre de 2008

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Manifestaciones Artísticas en Egipto

1.- Pirámides en Egipto:

las pirámides de Egipto son, de todos los vestigios que nos legaron los egipcios de la Antigüedad, los más portentosos y emblemáticos monumentos de esta civilización, y en particular, las tres grandes pirámides de Giza, las tumbas o cenotafios de los reyes Keops, Kefrén y Micerino, cuya construcción se remonta, para la gran mayoría de estudiosos, al periodo denominado Imperio Antiguo de Egipto. s pirámides de Egipto son, de todos los vestigios que nos legaron los egipcios de la Antigüedad, los más portentosos y emblemáticos monumentos de esta civilización, y en particular, las tres grandes pirámides de Giza, las tumbas o cenotafios de los reyes Keops, Kefrén y Micerino, cuya construcción se remonta, para la gran mayoría de estudiosos, al periodo denominado Imperio Antiguo de Egipto.


  • Pirámide de jafra(Kefrén): significa "Grande" Fecha de construcción: 2.520 a.C. aprox. Faraon: Chefrem Dinastías IV Se cree que la primera tierra que apreció desde el oceáno primitivo en la primera aparición del universo tenía la forma piramidal y sobre la cual apareció el dios del sol en varias formas entre ellas el escarabajo. De ahí, que la forma de pirámides y de obeliscos estuvo siempre ligada al culto del dios del Sol. Hay que destacar también que el rey era considerado hijo del Sol. El rey Cheops, padre del rey Chefren construyó la primera maravilla del reino antiguo, pero la de su hijo no resulta menos maravillosa no en tamaño ni en aspecto. De hecho, Chefren mandó construir su pirámide en una meseta más alta que la de su padre, y es por ello que se cree que su pirámide es la más grande aunque mide 10 metros menos (136 metros). Junto a su Pirámide Chefren construyó el templo del valle, construido de granito negro y rojo, donde prepararían los rituales funerarios y a su Lado la famosa Esfinge que lleva su cara. Se cree que el barco que llevaba la momia de Chefren camino a Inglaterra en siglo XIX, naufragó frente a las costas Españolas. nombre helenizado es una pirámide de Egipto, perteneciente a la Necrópolis de Giza. Fue erigida en la meseta de Giza, junto a la de su "hermano" Keops (según Heródoto). Se data en el siglo XXVI a. C. En épocas antiguas fue denominada la Gran Pirámide, debido a que parecía ser más alta que la pirámide de Keops. Tiene dos entradas situadas en la cara norte, una a doce metros de altura, entre las hiladas de la pirámide, y otra justo en la base, con un largo pasaje interior. Esta segunda entrada tardó en ser encontrada, sólo fue descubierta en tiempos relativamente recientes.Este efecto es debido a que se encuentra situada en un nivel más alto de la meseta, y presenta un ángulo más inclinado en sus caras, el ángulo sagrado egipcio, utilizado en algunas pirámides posteriores. Actualmente, la pirámide de Kefren es más alta a la pirámide de Keops debido a que la cúspide de esta última se ha erosionado. La pirámide es parte de un complejo funerario que cuenta con un templo funerario en lado Este y una calzada procesional pavimentada que lo vincula con el templo del valle, situado al lado de la Gran esfinge, presentando una planta y diseño similar al templo Osireion, con patios y pilares desprovistos de jeroglíficos o cualquier tipo de adorno, realizado con enormes sillares y grandes losas de granito revistiendo los muros del templo. También se encuentra una pirámide subsidiaria, cinco fosos con barcas solares y más de un centenar de grandes habitaciones, consideradas almacenes o talleres de los trabajadores de la pirámide. La pirámide de Jafra es fácilmente reconocible por los restos del recubrimiento de caliza que aún perduran en su cúspide. Esta caliza, procedente de las canteras de Tura, es de gran calidad y era utilizada en el recubrimiento de las pirámides, para otorgarles un acabado perfectamente liso, pulido y brillante.

  • Pirámide de Giza (Keops): Jufu significa "Domina el Horizonte" Fecha de construcción: 2.550 a.C. aprox. Faraon: Cheops Dinastías IV La Pirámide de Cheops, tenía 150 metros de altura, y ahora son 136 metros por haber perdido parte de su cima. Cada uno de los lados de su cara mide 146,26 metros. Con la misma medida en altura. Se cree que la primera tierra que apareció desde el océano primitivo en la primera aparición del universo tenía la forma piramidal y sobre la cual apareció el dios del sol en varias formas entre ellas el escarabajo. De ahí, que la forma de pirámides y de obeliscos estuvo siempre ligada al culto del dios del Sol. Hay que destacar también que el rey era considerado hijo del Sol. La primera pirámide conocida como tal, era la pirámide escalonada de tiempos del rey Zoser de la tercera dinastía (2800 a. C). Más tarde el rey Snefru, padre del rey Cheops hizo construir tres pirámides en Dahsur, en unos intentos arquitectónicos de conseguir la forma piramidal perfecta. Finalmente le tocó al rey Cheops de la IV Dinastía mandar construir la primera de las maravillas del Mundo Antiguo. Siempre se ha sabido su existencia aunque el Khalifa Árabe Almamun (900 D.C: Aprox.) mando abrirla en busca de sus famosos tesoros. La pirámide de Keops es la más grande de las tres pirámides de la meseta de Giza, a las afueras de El Cairo (Egipto), es la única de las Siete Maravillas del Mundo antiguo que aún sigue en pie.Se halla en la ribera izquierda del Nilo, y es la más septentrional. Se considera que dicho monumento fue edificado durante el reinado de Keops o de Koufou, reyes de la IV dinastía, o sea, entre 3.000 y 2.500 a.C. Se supone que Melquisedec o Enoc fueron los arquitectos que trazaron los planos.
    Por su altura cercana a los 150 metros, y su base de más de cinco hectáreas, no es comparable a ningún edificio levantado por manos humanas, y aún hoy se asombran los arquitectos y los in
    genieros modernos el pensar en los medios empleados para acumular tal montaña de piedras.Unos creen que ésta, junto a las otras dos pirámides, servían como tumbas, otros, como templo, lo cierto es que las tres grandes pirámides de la meseta de Giza están distribuidas sobre el desierto de manera idéntica a como estaban las tres estrellas del "cinturón" de la constelación de Orión, esto según el ingeniero angloegipcio Robert Bauval. Dice Herodoto que cien mil hombres trabajaron durante veinte años y que se emplearon diez años en construir la calzada por donde debían arrastrarse las piedras. Este camino tiene 925 metros de largo por 19 de ancho y 15 de alto en su mayor elevación es de piedras pulidas y está ornamentado con figuras de animales. Las piedras, conducidas ya labradas, eran enormes, algunas tenían cerca de diez metros de longitud. Durante siglos conservó un revestimiento de piedras de colores diversos tan hábilmente aglutinadas que se parecía que se trataba de un solo bloque de piedra desde la base hasta la cúspide.
    Estudios de este ingeniero revelaron que para los antiguos egipcios Orión era el equivalente celestial del dios Osiris, y su "cinturón" era lo que los egipcios llamaban el Duat, una especie de "puerta" por la que el alma del faraón debía pasar para llegar al Amenti, al más allá. Está construida en forma de que sus lados se orienten hacia los cuatro puntos cardinales, y de modo que el reflejo de las sombras acusara con una exactitud cronométrica los puntos esenciales del año solar, dando las fechas precisas de los equinoccios de primavera y otoño y los solsticios de invierno y verano.

  • Pirámide de Menkaura (Micerino): Es la menor de las tres célebres pirámides de la necrópolis de la meseta de Giza. A Menkaura, faraón de la dinastía IV, se le atribuye ordenar construir esta pirámide. Conocida en su época como "La Pirámide Divina" era parte del complejo funerario junto con tres pirámides subsidiarias, un templo funerario, el templo del valle y una calzada procesional que vinculaba ambos templos. En la antigüedad, esta pirámide estaba revestida con dieciséis hiladas de granito rosado procedente de las canteras de Asuán, aunque el resto del recubrimiento estaba conformado por bloques de piedra caliza de Tura. Durante las exploraciones arqueológicas realizadas en el Siglo XX se encontró un sarcófago de basalto que contenía otro de madera, antropomorfo, con una momia en su interior. Sin embargo, el sarcófago interior de madera no era el de Menkaura; resulto ser de algún importante personaje de la época saíta. En la actualidad la pirámide se halla desprovista de casi todo su recubrimiento, pudiéndose observar las regulares hiladas que conforman su núcleo. Cerca de la base se encuentran algunas hiladas del recubrimiento de original granito. La pirámide presenta hacia el centro de la cara norte una gran brecha, posiblemente realizada por saqueadores, aunque no lograron por este método alcanzar la cámara funeraria.


2.- Esfinge:
Representa a un león con rostro humano (se cree que representa al faraón Khafra; al menos, viste sobre la cabeza el típico klaft, manto que llevaban los faraones) es contemporánea de las pirámides, mide 70 metros de longitud y 20 de altura. Para construirla, aprovecharon un montículo de caliza en la llanura, que labraron y completaron con bloques de piedra. Cuando ya contaba con mil años de edad, el faraón Tuthmosis IV hizo esculpir entre sus patas una escena representando un sueño, en el cual la esfinge le daba el trono en recompensa por haberla salvado de morir sepultada bajo la arena del desierto. Otros mil y pico años más tarde, en la época romana, se excavó un santuario en el seno de la esfinge. Y cuando la esfinge ya superaba los cuatro mil años, estas modificaciones posteriores pasaron a ser destructivas en vez de constructivas: los iconoclastas primero, y los mamelucos después, mutilaron el monumento, dañando sus ojos y arrancándole su nariz. Vemos aquí un primer ejemplo, aunque desgraciadamente no el último, que demuestra que entre las capacidades del hombre se encuentra no sólo el construir maravillas, sino también el destruirlas. La voz de la esfinge mostró durante milenios su perfil tan fascinante como misterioso.- Para muchos, la impasible cara y sabia sonrisa llegó a encaramar la sabiduría perdida del mundo antiguo. Su intrigante estructura parece haber sido construida con la piedra de la casi agotada cantera que usó para las pirámides de Giza. Alrededor del año 2700 a. De C. , los picapedreros cortaron las mejores y más sólidas rocas para la Gran Pirámide y luego los albañiles transformaron estos restos en la Gran Esfinge, esculpiendo su enorme cabeza con los rasgos idealizados del faraón Kefrén, con su tocado real completo.- A través de los siglos, las tormentas de arena amenazaron tragarse la Esfinge, dando lugar a una de sus más duraderas leyendas: alrededor del 1400 a. De C., cuando la esfinge estaba enterrada hasta el cuello, un príncipe que andaba de cacería se detuvo a descansar a su sombra y pronto se quedó dormido. En sueños escuchó la voz de la Esfinge que prometía convertirlo en gobernante de Egipto. Al despertar, el príncipe se propuso cumplir con la palabra dad en sueños. Completó la tarea poco después de ascender al trono como el faraón Thutmoses.
3.- Escultura:
La escultura se practicó en el antiguo Egipto ya desde el periodo Predinástico con admirable perfección en estatuaria y bajorrelieves, conservándose millares de objetos de una y otra clase labrados en madera, marfil, en bronce (a veces dorado y con incrustaciones de oro y plata), en barro cocido y, sobre todo, en piedra que para las estatuas suele ser de gran dureza.
Los bajorrelieves egipcios se usan para inscripciones
jeroglíficas
, representaciones de dioses y faraones, de la vida doméstica, de faenas agrícolas o escenas de ultratumba y sobre todo para conmemorar las victorias de los faraones.
Las estatuas representan por lo general divinidades mitológicas, faraones, personajes importantes y a veces, personas sencillas ocupadas en quehaceres domésticos.
  • El escriba sentado: Presenta al difunto sentado, con las piernas cruzadas y el papiro extendido sobre ellas en actitud de escribir al dictado. La clave de esta obra maestra del arte egipcio está en el rostro. La tensión que desde los ojos atentos comunica al resto del cuerpo, mientras aguarda a que su señor inicie el dictado.pintada en piedra caliza, su altura, 53 cm. Procedente de Sakkara. V dinastía. Museo del Louvre. París. Las necrópolis de Giza y Sakkara han proporcionado una cantidad inmensa de estatuas de particulares. La época de la primera mitad de la V dinastía, esto es, los años comprendidos aproximadamente entre 2463 y 2380 a. C., puede calificarse de espléndida. A partir de la fecha apuntada en último lugar, se mantiene la calidad técnica, pero sin alcanzar las cotas artísticas anteriores. En líneas generales se hace sentir una tendencia a relajar la tensión de las posturas que hacía a las estatuas, aunque estuvieran en grupos, tan terriblemente cerradas en sí mismas. Reina una inclinación a una naturalidad y una humanidad mayores, cualidades que hace a muchas estatuas enormemente simpáticas y por ello famosas entre el gran público.
  • Cabeza de maza del rey Escorpión: hecho de Caliza. Altura, 19'8 cm. Final del periodo predinástico. Ashmolean Museum de Oxford. Se cree que este rey Escorpión, que lleva la corona del Alto Egipto, fue un ode los predecesores de Narmer que reinaron antes de la unificación.
    La maza, piriforme, está dividido en registros horizontales: pueblan los dos superiores unos personajes de pie, mientras que en el inferior, como en algunas paletas, las figuras están dispersas. El faraón se ocupa de una labor pacífica: excava un canal, o quizás lo abre para dejar que el agua inunde los campos (acontecimiento importante del año agrícola). Los hombres del registro superior responden al mismo canon que los de la paleta de Narmer.

  • Paleta del "Campo de Batalla": Las paletas de pizarra son objetos típicos del periodo Predinástico. La función básica de las paletas era como superficies para moler cosméticos, lo que no impedía que se diera importancia a su decoración. En algún momento empezaron a ser usadas para conmemorar acontecimientos, con lo que esta función desplaza a su uso práctico, lo que se puede comprobar en el hecho de que la superficie decorada apenas deja espacio para usarla para su función original.
    La interpretación de las escenas de estas paletas es a menudo difícil cuando ignoramos casi todo acerca de su contexto. La paleta del "Campo de Batalla" muestra a unos hombres encadenados y a cadáveres atacadas por un león y un buitre. Se asume que son enemigos caídos en la batalla, y a veces se ha interpretado que el león representa simbólicamente a un gobernante o al rey. Sin embargo, no podemos pasar de la especulación en cuanto al papel que desempeñan otros dos personajes de los que se conserva la parte inferior del cuerpo. Uno de ellos, desnudo, apoya el pie sobre un hombre caído en tierra, mientras el otro, a su lado, lleva una vestidura larga, claramente originaria de Oriente Próximo.

  • Rana: Esta figura marca el comienzo de una tradición magnífica de escultura animal en el arte egipcio. El escultor ha mostrado una sensibilidad magnífica al aprovechar el rayado natural de la piedra para aumentar la sensación de redondez de la forma de la rana.
    Las esculturas animales a gran escala de estas fechas tempranas son extremadamente raras. Las ranas pequeñas, en su mayor parte de fayenza, están entre las ofrendas más comunes depositadas en los templos.
    El significado religioso exacto de la rana en el Periodo Predinástico es desconocido, pero en tiempos posteriores era a menudo identificada con la diosa Heqat.

  • Estela del rey Serpiente: Encontrada en la tumba del tercer rey de la primera dinastía, en el cementerio de los faraones de las dos primeras dinastías en Abydos, esta gran estela es, sin lugar a dudas, el más bello ejemplo de escultura monumental de su tiempo. El volumen es esbelto, entallado en el centro y ligeramente convexo, vaciado en su parte alta para dejar en relieve el gran jeroglífico con el nombre del rey, Horus, el dios halcón de la realeza de Egipto. Este motivo está desplazado para poder inscribirse armoniosamente en el interior de su marco.

  • Estatua de Ankhwa: Se piensa a menudo que la escultura egipcia consiste casi solamente en representaciones de los faraones de Egipto. Sin embargo, existen también imágenes íntimas, esculturas "privadas", hechas para ser colocadas en las tumbas de la gente ordinaria.
    En esta estatua un constructor de barcos llamado Ankhwa se muestra sosteniendo una azuela, un instrumento de carpintería indicativo de su oficio. Una inscripción tallada sobre la falda de la figura da su nombre y títulos. Uno de estos títulos clasifica a Ankhwa como "conocido real".
    El estilo de las esculturas privadas sigue estrechamente las convenciones de la escultura real. Es decir, estáticas, de frente y con rasgos idealizados. Antes de la Dinastía IV (aproximadamente 2613-2494 a. C.), este tipo de estatuas son raras, pero este ejemplo de la Dinastía III es excepcional. El estilo es típico de esta fecha: la figura ligeramente agachada, la cara sobresaliente, y la curva de la parte trasera más pronunciada que en la escultura "clásica" egipcia.

  • Relieve de la tumba de Rehotep: Representa a Rehotep sentado ante una mesa de ofrendas. Rehotep era un príncipe de la Dinastía IV, hijo del rey Sneferu. Sirvió como sumo sacerdote en Heliópolis, el centro de culto del dios del Sol Re. La mastaba de Rehotep fue construida cerca de la pirámide de Meydum.
    Rehotep está sentado delante de una mesa de ofrendas, encima de la que aparecen los nombres escritos en jeroglíficos de las ofrendas, como incienso o vino. Los rastros de pintura indican que el relieve fue decorado con colores muy vivos.

  • Estatua de Kefrén: La estatua de tamaño natural de Kefrén sigue siendo la obra maestra de la escultura del Imperio Antiguo, tanto por la destreza de la labor cuanto porque materializa el concepto de soberanía en el Egipto antiguo.
    El faraón está sentado en un trono cuyo respaldo le llega a los hombros; encima éste, Horus, en forma de halcón, abraza con sus alas la cabeza del rey, y las dos figuras están vinculadas porque el faraón reinante es la encarnación de la divinidad. El trono tiene patas de león, y cabezas del mismo animal sobresalen en los dos extremos del asiento. A ambos lados del bloque en que el trono está esculpido como relieve, se ven las flores del Alto y el Bajo Egipto, enlazadas por el nudo de la unificación.
    El rey se halla semidesnudo, con sólo el shenti plisado, en postura de rígida simetría, apenas aliviada por la distinta colocación de las manos.
    Esta estatua se hallaba en el Templo del Valle del faraón. Se descubrió bajo el enlosado, en una fosa en la que se había colocado en fecha indeterminada, ya fuera para protegerla o con una finalidad ritual. En el mismo lugar se encontraron fragmentos de estatuas similares
    .

  • Estatua de Katep y Hetepheres: Esta estatua de una pareja es un ejemplo excelente de las convenciones antiguas egipcias en la pintura de hombres y mujeres. Katep y Hetepheres se distinguen claramente por el color de la piel.
    La estatua habría sido colocada en una cámara llamada serdab, lo que es un rasgo común de las tumbas de la zona de Giza, Sakkaara y Dahshur. La estatua actuaba como un medio adicional para mantener la memoria del dueño de la tumba y su personalidad. Si su cuerpo fuera destruído, sería reconocido por medio de la estatua.
    No existe evidencia que confirme de dónde vino esta estatua. Katep era un sacerdote relativamente menor, pero tuvo el título de sacerdote de Khufu, el cuarto rey de la dinastía y constructor de la gran pirámide en Giza, lo que quiere decir que sirvió el culto mortuorio de Khufu en templos asociados con la pirámide real.

  • El faraón Menkaure (Micerinos) y su esposa (probablemente Kha-merer-nebty): El hecho de que algunas esposas de faraones estén representadas en pequeño tamaño a los pies de éste no debería autorizarnos a especular sobre el lugar que ocupaban entonces las mujeres. Menkaure se hizo esculpir acompañado de su esposa, y los dos tienen las mismas proporciones. La mano de la reina ciñe el talle del faraón; los dos están avanzando, aunque a ella el ajustado vestido le estorba el paso.
    El faraón egipcio se consideraba en parte hombre y en parte dios, el eslabón entre el mundo de los mortales y los cielos. Su poder y la autoridad eran supremos. Entre sus deberes estaba la conservación del orden de Maat, la justicia contra las fuerzas de caos.

  • Cabeza del faraón Userkaf: A pesar de los logros monumentales del Imperio Antiguo, pocas imágenes de sus faraones sobreviven hoy. Esta estatua es quizás una de las tres imágenes conocidas del faraón Userkaf, primer gobernante de la V Dinastía, cuyos otros monumentos incluyen una modesta pirámide en Saqqara y un templo del Sol en Abusir.
    Aquí Userkaf lleva dos elementos que lo identifican como rey: la corona blanca, cónica y alta del Alto Egipto, y la barba postiza.
    Este retrato presentaría más color en la antigüedad. Las huellas de pintura roja son visibles en la cara, así como también negro alrededor de los ojos y en la barba. Las marcas de cincel en la espalda de la corona, que no se han suavizado, sugieren que la estatua puede haber formado parte originalmente de un grupo más grande, representando a un dios o diosa a la derecha del rey.

  • Busto del príncipe Ankh-haf: Este busto es una de las creaciones más notables del arte egipcio, notable por la semejanza con el modelo. El escultor ha capturado las irregularidades del cráneo de Ankh-haf, las líneas junto a la nariz, las bolsas suaves bajo sus ojos, que crean una impresión imborrable y muy específica de la madurez y la inteligencia. Estos detalles se modelan en una capa de yeso que cubre la estatua de piedra caliza.
    Ankh-haf estaba entre los hombres más importantes de su época, sirviendo como visir u oficial administrativo mayor bajo el faraón Kefrén. El busto fue encontrado en la capilla de su tumba, pero su función es desconocida. Aunque nunca fuera parte de una estatua más grande, puede haber sido colocado en una base separadamente tallada, con los brazos extendidos para recibir las ofrendas.

  • Esfinge de Senwosret III: A causa de su fuerza, ferocidad, melena imponente y rugido impresionante, los leones se asociaron con la realeza desde que tiempo prehistóricos. En tanto que guardianes divinos contra la mal, ellos simbolizaron también en mitos cósmicos el lugar en el horizonte donde el sol renace todos los días. Con el cuerpo de un león y la cabeza de un humano, la esfinge combinó simbólicamente el poder del león con la imagen del rey reinante.
    En este magnífico ejemplo, la cabeza pertenece a Senwosret III de la Dinastía XII. Lleva un tocado plisado de lino, llamado nemes, que es simbólico de la realeza. El nemes tiene en su parte superior una cobra, que representa la diosa Udjo, uno de los protectores del rey.
    Parejas de esfinges flanquearon las avenidas o las entradas a edificios importantes.
    Esta esfinge se talló de un solo bloque de gneis de anortosita de las canteras de Nubia. El escultor ha enmascarado la difícil transición del cuerpo animal a la cabeza humana con el tocado.

  • Estatua de Ankhrekhu: A menudo se piensa que la escultura egipcia consiste fundamentalmente en estatuas de dioses y faraones. Sin embargo, existe un gran número de obras más íntimas, privadas, hechas para ser colocadas en las tumbas de la gente corriente.
    Esta estatua muestra al oficial Ankhrekhu sentado, envuelto en una capa, en una obra muy característica de la escultura privada del Imperio Medio que fue imitada en periodos posteriores. Tiene una expresión grave, y orejas más grandes de lo normal, algo común en la escultura de ese periodo. Lleva una peluca típica del Imperio Medio.
    Ankhrekhu era un oficial con importantes títulos que indican su graduación. Una de sus funciones principales parece haber sido la supervisión de los sacerdotes, pero no se sabe en qué templo.

  • León yacente: Esta y otras estatuas fueron halladas inacabadas por Tutankhamon y terminadas por orden suya. Esta, que es la mejor conservada, es una obra maestra de la animalística egipcia que ya desde el Imperio Antiguo se recreó en plasmar al león como encarnación de la majestad serena y distinguida, no rugiente y amenazadora.


  • Isis protegiendo a Osiris: Esta estatua fue dedicada por Sheshonq, un auxiliar de Ankhnesneferibre, "esposa del dios Amón", cuyo sarcófago está también en el Museo Británico.
    Isis rodea con las alas a Osiris, su esposo, en un gesto de protección. Lleva un modio, una corona de ureos, cuernos de vaca y disco solar, como muchas diosas. Osiris está representado, como de costumbre, en forma de momia, llevando la corona con las dos plumas.
    Se cree que la estatua procede de una de las dos capillas que fueron dedicadas a Osiris en Karnak.
    El Sheshonq que dedica esta estatua es probablemente el mismo Sheshonq que está enterrado en la tumba 27 de Tebas.

4- Pintura:
La pintura egipcia presenta los mismos defectos y las misma cualidades que la escultura. En general, solo complementa el efecto del modelo de los bajorrelieves; pero es testimonio de una maravillosa interpretación de la armonía de los colores. Procedimiento con tonalidades uniformes, ignora por completo la perspectiva y el claroscuro; los matices son casi siempre convencionales, como lo es casi siempre el dibujo. De todas formas, el trazo es de notable habilidad, y la pintura egipcia, por las escenas que representa, es una mina inagotable de preciosos documentos. La costumbre entre los nobles de enterrarse en tumbas construidas en sus propios centros de influencia en lugar de hacerlo en la capital, se mantuvo vigente. Aunque muchas de ellas estuvieron decoradas con relieves, como, por ejemplo, las tumbas de Asuán, en el sur, otras como las de Beni-Hassan, en el Egipto Medio, fueron por regla general decoradas exclusivamente con pinturas. Los ejemplos conservados muestran el trabajo de los artistas y artesanos locales en su intento por adherirse a los modelos de los talleres regios. Aparecen algunas novedades en los tipos y formas representativas, aunque los viejos modelos todavía servían de guía para muchos temas y composiciones. La pintura también decoraba los sarcófagos rectangulares de madera típicos de este periodo. Los dibujos eran muy lineales y reflejan una gran minuciosidad en los detalles.



Pintura mural en la tumba de la princesa Itet, en el museo El Cairo. dedicada al culto de la tumba de la princesa Itet dinastía IV hacia 2700 a.c. en la parte superior, escena de caza de aves, en lai nferior
escenas de trabajos agrícolas.






representaciones inusuales, figuras pintadas de frente y de perfil.

5.- Música:

La Música en el antiguo Egipto se empleaba en varias actividades, pero su desarrollo principal fue en los templos, donde era usada durante los ritos dedicados a los diferentes dioses y era utilizada como remedio terapéutico, como indican algunos papiros: de hecho, el signo jeroglífico para la música es el mismo que para bienestar y para alegría. Como en otros pueblos, también se consideraba un medio de comunicación con los difuntos, y los músicos alcanzaban una categoría tal que algunos están enterrados en las necrópolis reales.


instrumentos que utilizaban los egipcios: la flauta, chirimía, trompeta, arpa, címbalos, tambores, sistros, gitarras, crótalos.

6.- Danza:

En el antiguo Egipto, las danzas ceremoniales fueron instituidas por los faraones. Estas danzas, que culminaban en ceremonias representando la muerte y la reencarnación del dios Osiris, se fueron haciendo cada vez más complejas, hasta el punto de que sólo podían ser ejecutadas por profesionales altamente calificados.De las danzas relacionadas con ritos funerarios se tiene más constancia y son las más antiguas de Egipto. Como se han recogido en las pinturas de las tumbas del Imperio Antiguo, tras el proceso de momificación se realizaban unas danzas por parte de un grupo de mujeres encaminadas a ayudar al muerto a entrar en su nueva vida.Igualmente existían danzas en la procesión funeraria como se puede ver en las tumbas de Beni Hasan, Imperio Medio. De este periodo podemos encontrar una variante de danza en honor a la diosa Hathor, diosa que ayudaba a los muertos a entrar en el inframundo. Las danzas incluían cantos y el uso de instrumentos de percusión.


Las primeras alusiones a la danza en Egipto las podemos encontrar en la época predinástica donde aparecen en algunas vasijas escenas de mujeres bailando.

7.- Arquitectura:

Los egipcios fueron maravillosos constructores. Asombra la enormidad de sus construcciones; parecen como si hubieran querido construir para la eternidad.
Los monumentos más antiguos que se conocen son tumbas. Las del primer período (época menfita), son la pirámide, tumba real y la mastaba, sepultura de los señores y de los ricos. Subsisten un centenar de pirámides: las tres más grandes son las de Kéops, Kefrén y Micerinos, que tienen respectivamente 146m, 138m y 44m de altura. La mastaba, de dimensiones menores, era un edificio en forma de tronco de pirámide de planta rectangular. Construido en piedra o ladrillo, contaba en su interior con una capilla funeraria, un recinto tapiado que guardaba todas las "estatuas" del muerto, y un foso lleno de arena que finalizaba en la cueva donde reposaba la momia.
De los templos de la época menfita no quedan más vestigios que restos de capillas funerarias de las pirámides. En
cambio, los de la época tebana han dejado ruinas grandiosas en Karnak y en Luxor, en el asiento de la antigua Tebas.
Las construcciones religiosas constituyen casi la totalidad de las obras arquitectónicas que se conservan. No está bien establecida la naturaleza del simbolismo que preside las construcciones funerarias (pirámides, mastabas y tumbas cavadas en la roca), pero en los templos el tema es relativamente claro. Es probable, que los
principios fueran similares en ambos casos. Ese cosmos presentaba unas características ideales, purificado y separado del mundo cotidiano, siendo sus relaciones con el mundo terrenal de mera antagonía, no de una representación directa. Lo que se pretendía era que el morador del templo (o de la tumba) participase simbólicamente en el proceso mismo de la creación o en los ciclos cósmicos, muy especialmente los del sol.
Ese símbolo se expresaba en la planta y
diseño de templos, así como en la decoración de muros y techos. Donde más fácilmente puede observase todo esto es en los templos del Período Grecorromano, que probablemente diferían muy poco de su significado de sus predecesores del Imperio Nuevo. La estructura está claramente separada del mundo exterior mediante un muro macizo de adobes que la rodea y que puede imitar o recordar el estado acuático del cosmos en el momento de la creación.
Dentro de este recinto está el pilón o muro de entrada principal, decorado en su cara exterior con escenas del faraón que destroza a sus enemigos. Lo cual viene a representar con
seguridad magia. El pilón o pilono es el elemento más vasto del templo; visto en sección encierra el área que figura detrás dentro se su altura. Al mismo tiempo, sus dos macizos laterales, con el hueco que dejan en el medio, recuerdan el jeroglífico del "horizonte". La orientación teórica de casi todos los templos era de este-oeste (y como se fundaba en el Nilo y no en los puntos cardinales, las variaciones podían ser considerables), de modo que el sol "nace" a la entrada del pilón, envía sus rayos dentro del santuario, situado directamente en el eje, y sigue su curso a través del templo.
La parte más imponente del templo principal es la sala hipóstila o columnada, que comprendía adecuadamente el esquema decorativo del conjunto. Los capiteles de las columnas muestran
plantas acuáticas, y el registro inferior de los muros reproduce, en relieve, unas plantas parecidas. Simbólicamente, la sala es el pantano de la creación. Los arquitrabes y techos tienen relieves representando el cielo, de modo que la decoración abarca el mundo entero. Lo que se reproduce sobre los muros es la actividad de este mundo. En lugar de un pantano, el registro inferior puede contener a los portadores de ofrendas que rinden pleitesía al faraón llevando los productos de la tierra para el sostenimiento del templo. En ningún caso forma parte del esquema principal, que es más abstracto y que consta de varios registros de escenas, dispuestas a modo de tableros de damas, mostrando al faraón que mira hacia el santuario, hace ofrendas y lleva a cabo unos ritos en honor del dios.
El dios, que fija su residencia en los templo, mira hacia afuera; las deidades reproducidas en los relieves constituyen una gama más amplia de la que son adoradas en cada templo. Muchas escenas reproducen los ritos celebrados en el templo, y otras tienen un significado menor específico. En el recinto del templo, el toma y daca entre el faraón y el dios constituye el centro de las actividades del mundo. Y la mayor parte de los relieves del recinto sagrado tienen el mismo carácter.
Las áreas interiores tienen el
suelo más elevado y el techo más bajo que la sala hipóstila. Están contenidas pues dentro del área de la protección de la zona exterior y son más sagradas. Hay un cierto número de habitaciones relativamente pequeñas al rededor del santuario, cuyo muro externo imita el exterior del templo, formando una estructura dentro de otra estructura. El santuario representa el montículo de la creación y se relaciona con el pantano de la sala hipóstila; así pues, el recorrido hacia el santuario equivale a un recorrido por las diferentes etapas de la creación.


trabajadores egipcios

8.- La Momificación :

lo más llamativo del Antiguo Egipto, para las culturas posteriores, aparte las pirámides y los misteriosos saberes, sean sus momias. la muerte conduce a un mundo oscuro y triste, nada importa lo que hayas hecho durante la vida. La primera religión que tiene en cuenta los hechos de la vida para el castigo o premio eterno, después de la muerte, es la khemita. Ni siquiera el dios vivo, hijo de Ra y encarnación de Horus, está libre del juicio en la Sala de las Dos Verdades.
Las estatuas del difunto están presentes por si el cuerpo desaparece. Las pinturas sirven para recordar los buenos momentos de la vida. Este es el motivo principal del arte funerario egipcio.


Ante todo, no olvidemos que mucho antes del descubrimiento de los métodos de momificación, el clima y la arena de Khem se encargaban de ello. Existen multitud de cadáveres del cuarto milenio momificados de forma natural, sin tratamiento alguno. Fueron enterrados en posición fetal, envueltos en esteras o pieles de cabra.

Comentario de la influencia del arte antiguo con lo moderno o contemporaneo:
El Antiguo Egipto: es su singular arte, con obras monumentales que generalmente tenían carácter simbólico funerario o religioso. Aunque el concepto de Arte es moderno, es perfectamente utilizable en la arquitectura, escultura, pintura y joyería egipcias, siendo muchas de sus realizaciones auténticas obras de arte y no simples trabajos de artesanía. Gracias al seco clima de Egipto y a ser enterradas por la arena del desierto (o por sus propietarios, para gozar de ellas en la "otra vida") nos han llegado en aceptable estado de conservación multitud de auténticas obras de arte, a pesar de la utilización de los monumentos como canteras, las guerras o los innumerables saqueos de tumbas y templos. influye muchísimo en su arte, En este periodo se comienza a erigir enormes edificaciones, construidas con grandes bloques de piedra tallada. Es la época de la construcción de inmensas pirámides, templos ceremoniales y bellas esculturas.
En la Dinastía IV se construyen las mayores pirámides. Destacan:
Las tres pirámides de Seneferu en Meidum y Dahshur. - La Gran Pirámide de Jufu (Keops) en
Giza. - La pirámide de Jafra (Kefren) en Giza. - La pirámide de Menkaura (Micerino) en Giza.
El moderno Egipto:
Se enfatiza la construcción de templos e hipogeos. Entre ellos destacan:

  • Gran Templo de Amón en Karnak
  • Templo de Luxor. (Amenhotep III / Ramsés II)
  • Templo de Hatshepsut en Deir el-Bahari
  • Templos de Ramsés II en Abú Simbel

INTEGRANTES :

  • GÓMEZ RODRÍGUEZ LIZBETH.
  • FREDYY ALEXANDER BEJAR ASTULLIDO.
  • SANCHEZ FERNANDEZ JORGE
  • GARCÍA CELIS MIQUER
  • LUIS NAVARRO CRISTIAN
  • OJEDA AGUILAR MOISES
  • CASTRO ROMANI ANDRE

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